Nos cuesta mucho deshacernos de las cosas, cosas sin valor, cosas que hace años que no gastamos, incluso algunas que están rotas también guardamos. El orden siempre viene por exceso de pertenencias. Este es uno de los problemas de la desorganización  de cualquier espacio, pero en la cocina muchas veces los pequeños electrodomésticos son los responsables de quitarnos espacio y de originar el caos.

Los pequeños electrodomésticos ocupan mucho espacio y solemos acumularlos (sandwichera, cafetera, calentadle de agua, tostadora, licuadora, batidora, trituradora…) muchos de ellos hace tiempo que hemos dejado de usar o incluso no los hemos llegado a gastar nunca.

Si te sientes identificada con esta situación, te recomiendo que vacíes todos los armarios de la cocina donde guardas todos los pequeños electrodomésticos y los revises uno a uno. El primer paso para organizar es deshacernos de todos aquellos que no utilizamos. Seguro que encuentras alguno roto (tíralo) otro que no has estrenado o que ni te acordabas que lo tenías, si no los gastas y están en buen estado (regalalos). Se sincera contigo misma y quédate solo con los que realmente gastas.

Una vez que nos hemos desecho de todo lo que no nos hace falta, organiza los pequeños electrodomésticos en los armarios de la cocina, todos juntos. Siempre hay que asignar un lugar para cada categoría. Guarda siempre delante y más a mano los de más frecuencia de uso, dejando en las partes menos accesibles los que menos utilizamos. Utiliza contenedores o cestas para contener los accesorios, estos también ocupan mucho espacio y generan mucho desorden dentro de los armarios.

Para conseguir una cocina despejada  y limpia lo mas importante  es no utilizar la encimaras como si fueran estantes para dejar cosas.  Mi recomendación, es no tener nada encima de las encimeras, pero si hay cosas que utilizas a diario habilita un rincón para ellas.

Por ejemplo, un rincón de desayuno. En este rincón deja, la tostadora para el pan de la mañana, la cafetera , u otros pequeños electrodomésticos que utilices todas las mañanas. De esta manera las mañanas estarán mucho más organizadas y ganarás mucho tiempo. Todos los que no utilices habitualmente deberían de estar almacenados dentro del armario que hemos destinado para ellos. Pruébalo, seguro que haces mucho espacio en la cocina y notas la diferencia a la hora de trabajar y de limpiar.

            Un lugar limpio y ordenado es mucho más efectivo.